top of page

Día 02

No Se Preocupen


Podemos aprender mucho sobre la provisión y el cuidado de Dios por los pequeños detalles de nuestras vidas al simplemente observar el mundo natural.



Escritura de Hoy


Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?


Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?


No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.


— Mateo 6:25-32, RV1960

Meditación

La naturaleza temporal del mundo material en el que vivimos y la finitud de las cosas que en él hay que necesitamos para la supervivencia y preservación precipita en el corazón y en la mente una preocupación por obtenerlas y acumularlas. Existe la tendencia de amontonar y acumular; de tener y guardar para después, para un día lluvioso o para momentos de escasez o simplemente para prolongar el placer y disfrute al punto de angustiarse y obsesionarse. Una preocupación normal se convierte en una codicia por mantener un estilo de vida considerado bueno y cómodo. Cuando Jesus le dice a sus discípulos "no se afanen" no está hablando de una preocupación normal o saludable. Jesús le habla a aquellos que persiguen las cosas que ellos piensan que los harán ricos, las cosas que les permite vivir la buena vida que piensan que merecen por su esfuerzo. El se refiere a una ansiedad patológica que ocupa y consume la existencia. Una obsesión por edificar su propio reino. El hacerse tesoros en la tierra, el servir a aquello que nos enriquece fuera de Dios es tenderse a si mismo la trampa de la preocupación y afán. El enfocarse en lo material, en lo que nos hace ricos trae inseguridad (¿será que tengo suficiente?) La inseguridad lleva a preocupación, la preocupación sin restricción lleva a ansiedad, la ansiedad da fruto a la incredulidad, la incredulidad lleva a independencia (de Dios) y autosuficiencia. La gente que no tiene a Dios o una perspectiva celestial de sus vidas o destino moldean su existencia solo a la búsqueda de la felicidad a través del mundo material.


Jesus dice "alto al afanarse" "prohibido hacerlo." La clave del pasaje no es que no hay que trabajar, es que no hay que preocuparse. No hay que ser consumido por la preocupación, la obsesión y la codicia de la buena vida. ¿La razón? Primero, porque el acto de preocuparse lleva a ansiedad (la distancia abismal entre lo que no tengo y lo que quiero, la inseguridad del mañana, el sentido de abandono y que no somos lo suficientemente importantes). El afanarse no agrega ni un minuto más a la vida, al contrario le quita (trae problemas físicos y emocionales y desgastes). La razón principal por la que no hay que preocuparse es por que somos importantísimos para Dios. Él está al tanto de cada necesidad que se te pueda presentar. Para él vales más que un pajarito y está él dispuesto a hacer más por ti que lo que hace por un lirio. Tener convicción de esta realidad, o sea moldear la mente, corazón y sentidos a esta verdad, es recibir la paz que solo Dios puede dar. En vez de afanarte por construir tu propio reino, Jesus nos llama a ocuparnos en en la expansión del Reino de Dios y a vivir conforme al estilo de vida que este exige. Solo allí encontraremos la medicina para la preocupación y la ansiedad.


Oración + Reflexión


  1. Reflexione en las palabras de Jesús en la lectura de hoy, y arrepiéntase de permitir que su preocupación por problemas y sufrimientos actuales desplacen a Dios en su corazón y mente.

  2. Pídale al Señor quitar toda fortaleza del enemigo arraigada en la duda o la auto-suficiencia. Agradézcale a Dios que Su Palabra es verdad, y que usted es un hijo de Dios y coheredero con Cristo.

  3. Reciba y agradezca por la provisión de su Padre Celestial—tanto la recibida como la que está por verse— y aférrese a Sus promesas y buena fidelidad.


Momento de Familia

Hablen de lo que significa la preocupación. ¿Qué podemos aprender sobre el cuidado de Dios al observar a la naturaleza?


11 views0 comments

Recent Posts

See All

El domingo de ramos miramos a las multitudes celebrara a Jesús mientras el entra en Jerusalén. Este es el comienzo de lo que llamamos Semana Santa. ¿Qué le espera a Jesús? Traición, negaciones, sufrim

bottom of page